El árbol del tomate (Solanum betaceum o Cyphomandra betacea) es un frutal poco resistente a las heladas (-2º C) nativo de los Andes, cultivado comercialmente en su región de origen, aunque su cultivo se profesionalizó sobre todo en Australia y Nueva Zelanda, siguiendo los canales de venta abiertos por el éxito del Kiwi.
Algunos dicen que tiene gusto parecido al maracuyá mezclado con tomate; en general dicen que la piel no se come.
Brinda frutos durante todo el año, logrando su máxima capacidad a partir de los 4 años de edad, con una expectativa de vida de 12 años. Es poco resistente a los vientos, dado que su sistema radicular es superficial, lo cual también hace que en las sequías se vea seriamente afectado y haya que tomar medidas al respecto (utilizar acolchado vegetal, mantener húmedo, riego mediante basijas de barro, etc.). Si se cultiva plantado a 1 metro entre cada ejemplar, esto puede funcionar como protección contra los vientos fuertes.
Es muy nutritivo:
Component [g/100g] | Range | Component [mg/100g] | Range |
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Water content | 81-87 | Vitamin A | 0.32-1.48 |
Proteins | 1.5-2.5 | Vitamin C | 19.7-57.8 |
Fat | 0.05-1.28 | Calcium | 3.9-11.3 |
Fiber | 1.4-6.0 | Magnesium | 19.7-22.3 |
Total acidity | 1.0-2.4 | Iron | 0.4-0.94 |
Un adulto promedio necesita 64 mg de vitamina C por día, con lo cual 120 gramos de tomate del monte podrían ser suficientes, en hierro también es destacado, aunque se debería comer como 1 kilo de tomate del monte para satisfacer una necesidad diaria de 8 mg para un adulto varón, pero es un buen complemento en general en materia de vitaminas y hierro.
Sobre todo se destaca en cobre, potasio y manganesio (valores sobre una sola porción de tamarillo de 60g):
Es decir que cada 100 gr obtendríamos el 13.3% de potasio recomendado diariamente, 10,8% de cobre, 8,3% de manganesio. También es rico en fósforo y magnesio y una excelente fuente de vitamina E.
Reproducción:
Se multiplica por semillas o esquejes.