Estamos en el medio del invierno en Junín, Buenos Aires, Argentina, las noches son realmente frías pero ya pasaron las peores heladas (de todos modos hoy la mínima fue 1º C). Agosto comenzó con lluvias que contrastaron fuertemente con la sequía de Julio, lo cual mejoró el crecimiento de todas las plantas del jardín de forma asombrosa: de una semana para otra todo estaba mucho más grande y colorido. Además tuvimos unos cuantos días con temperaturas templadas, máximas de 24º C y mínimas no debajo de 7º C. La rúcula creció de forma meteórica.

Hace 1 mes comencé a hacer el experimento de riego con té de compost, me parece que ha dado buenos resultados, las acelgas, espinacas, lechugas, rúculas, brócolis, etc., se comenzaron a ver más vigorosas. Del deprimentemente lento crecimiento de fines del otoño/ppios de invierno, a este crecimiento estimulante, hay una gran diferencia y creo que se debe a la mezcla de estos factores: mejor clima, té de compost. Un problema notable fue el no poder haber sembrado anticipadamente antes de las temperaturas frías, dado que el frío y la falta de luz retrazaron todo. Debería haber sembrado idealmente a fines del verano y principios de otoño y hoy el jardín estaría mucho más repleto de vegetables ya cosechables, pero en esos meses estuve ocupado en otras cosas.

 

La siembra

Sucedió sobre todo en mayo de este año, pero he sembrado diversas especies antes y después. Se hizo en algunos de los casos al voleo: así de simple, sin arar ni hacer surcos, ni siquiera bolitas de arcilla al estilo Fukuoka: nada de eso, pero sí quité un poco el césped a mano, dado que parecía molestar. Sólo tirar las semillas al suelo y esperar a ver qué pasa, al menos fue así con la rúcula (y otros como el coliflor e incluso plantas florales como la caléndula que ayudan a espantar ciertas pestes). Para las espinacas y acelgas en algunos casos enterré prolijamente las semillas (incluso en macetas) y en otros casos sembré al voleo o germiné en almácigos para luego transplantar. Las lechugas sufrieron un transplante porque las había sembrado para probar en un lugar sombreado y encima con poca tierra (aún quedan ladrillos debajo del suelo en esa zona). En algunos casos removí y aireé la tierra (sobre todo para las zanahorias), quité todas las malezas y para casi todos los casos empleé abono vegetal, esto es, los propios cortes de césped del jardín fueron a formar un acolchado que impidiera el crecimiento de nuevas “malas hierbas” y mantuviera la humedad y biodiversidad del suelo. Aún hay muchas plántulas creciendo en varios rincones que no sé realmente qué especies son, pero me daré cuenta cuando estén más desarrolladas. Como sé indentificar las “malezas” (sólo 5 o 6 especies) puedo arrancarlas con seguridad diferenciando algo comestible de algo no comestible (o en todo caso no deseable por ahora, dado que el sonchus y el diente de león son comestibles).

En fin, coseché simplemente algo de rúcula, espinaca, acelga, perejil (siempre creció bien) y lechuga.Hay otras cosas como zanahorias, brócoli, coliflor, etc., para las cuales deberé esperar un tiempo más. Pero para mí es una celebración importantísima porque es el primer plato de comida que sale de nuestro jardín!

NUTRICION

Aún queda mucho por crecer en el patio, la rúcula particularmente es espectacular: en algo así como 1 mes y medio está lista para ser cosechada, 100 gramos brindan el 47% de la vitamina A recomendada por día, 136% de la vitamina K, 24% de ácido fólico, 25% de vitamina C, 16% de calcio, 8% de hierro… ¿no es mágica?

Con lo fácil que es el cultivo de rúcula (crece como maleza y no se la come ningún bicho), hasta me estoy preguntando qué sentido tiene cultivar otras verduras similares!, las cuales tienen incluso menos sabor. Al fin y al cabo la acelga es mucho más nutritiva en varios aspectos, es similar en hierro (10% DDR), posee el doble de vitamina C (50%), algo menos de calcio (5%), casi el triple de vitamina A (122%), mucha más vitamina K (1038%), la misma fibra dietaria (6%).

La espinaca comparada con la rúcula es muy similar, aunque es superior sólo en vitamina K (181% DDR) y A (56%), mucho menos ácido fólico (15%), vitamina C (14%), hierro 5%. Entre espinaca y acelga, si es por lo nutritivo parece preferible la acelga, si es por el sabor, prefiero la espinaca. Si es por sabor, de verdad prefiero la rúcula a todas ellas.

Aún no me animé al potente diente de león o panadero, como lo conocemos acá… pero crece por decenas en el jardín del frente donde lo he sembrado, es una plaga. Cada 100 gr contiene el 203% de la vitamina A recomendada por día (en esto supera a todas las verduras mencionadas), 58% de vitamina C (igual a la naranja), 19% de calcio (esto es excepcional realmente), similar a la rúcula, 17% de hierro (más que todas las mencionadas), y al contener tan buenos valores de vitamina C, ayuda a absorver el hierro del mejor modo posible. En cuanto a vitamina K, es similar a la acelga, proporciona un 973% de la DDR; no olvidemos la vitamina E, con 17% DDR, vitamina B6 13% DDR, tiamina 13%, riboflavina 15%, etc., y en fibra dietaria ostenta un 14% DDR, superando largamente a todas estas verduras tradicionales, algo descomunal que se está encontrando en algunos mercados del mundo, pero que todos podemos encontrar en nuestros jardines, plazas, costados de los caminos, etc.

Es decir que, comparando estas 4 verduras podríamos poner en primer lugar al diente de león y la acelga, las seguirían la rúcula y luego la espinaca en orden decreciente nutricional.

La cosa se pondrá aún más interesante cuando, ya en plena primavera, pueda sembrar maíz, zapallos, melones, tomates, porotos, acelga, etc., y comience a cosechar brócoli, lentejas, arvejas y otras cosas que tienen bastante pinta y han resistido muy bien el invierno.

 

Problemas

Los problemas que he tenido en todo este tiempo no son graves y en muchos casos tienen que ver con ser novato en el rubro de la jardinería/horticultura: hormigas negras que se comen las hojas de brócolis, malvones y frutillas (les encanta básicamente eso, el resto de las plantas son ignoradas), pocas horas de sol en el invierno (no hay mucha solución para esto), suelo que debe ser mejorado porque debajo habían construído piso de ladrillo, cemento o baldosas, por lo cual tengo que trabajar mucho para quitarme de encima todos esos escombros en 2/3 del patio, pero de a poco van saliendo.

A las hormigas las distraigo arrojando arroz, pero quizá debería poner el arroz en algún contenedor para no tener que estar todo el tiempo haciendo eso, o quizá debería conseguir algún vegetal que realmente espante a las hormigas ¿alguna idea? Dicen que la menta las espanta, pero a mí no me ha funcionado. De todas formas, he comprobado que las hormigas negras no cosechan toda mi cosecha, sólo una parte, y dejan una buena parte compartida con los humanos (en verdad supongo que ellas necesitan dejar una parte intacta para asegurarse alimento más adelante).

Animo a todo el mundo a cultivar sus propios alimentos, pocas cosas son tan satisfactorias en la vida!

Más información:

http://www.nutracenter.org/La-Rucula–una-planta-con-importantes-propiedades-que-poco-a-poco-invade-la-cocina-gourmet-27-nutart

http://www.lineayforma.com/nutricion/propiedades-de-la-rucula.html

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades/2006/06/12/152820.php

2 thoughts on “Primera cosecha: ensalada”

  1. A las hormigas negras grandes el arroz le hace abandonar la zona, las controla efectivamente. Chorrear arroz en los caminitos hasta cerca del hormiguero. Ellas se encargan de entrarlo. El arroz seca el hongo generado con las hojas que podan y llevan al hormiguero. Ese es su alimento que con el arror deja de reproducirse. He tenido resultados muy buenos limpiando de hormigas un lote de una hectárea.

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