Bien, lo sembrado en otoño ya se puede cosechar en invierno, brócolis, acelga, espinaca, rúcula, lechuga. Lo que se ve en la primer foto es una imagen de algunos brócolis que coseché y luego comí con arroz. La idea fue comer también las hojas, dado que son igualmente nutritivas que las flores y tienen buen sabor.

Coseché algunas hojas de acelga, 450gr, pero, al igual que con los brócolis, no maté las plantas. En el caso de las acelgas, para lograr esto y tener hojas creciendo durante (quizá) 2 años, hay que ir sacando las de afuera y conservando los brotes tiernos que salen en el interior y que serán hojas grandes en un tiempo. Así logramos aprovechar al máximo los recursos.

Si no la vamos a consumir inmediatamente, podemos guardarlas durante unos días en la heladera, pero si lo que queremos es guardarlas durante lapsos muy prolongados, conviene “blanquearlas” para que no se oxiden y pierdan calidad en el freezer. El proceso de blanqueado es simple: se hierven durante 2 o 3 minutos, se sumerjen en agua con hielo durante 6 minutos, se escurren y se freezan.

Capítulo aparte, el clima: desmejoró con respecto a la semana pasada, ya no hay casi sol, llueve bastante. Pero desde un punto de vista esto es espectacular para las plantas, están todas más vigorosas, les viene muy bien. Las temperaturas oscilan entre 7º C y 22º C.

One thought on “Cosechando en invierno”

  1. Eso! qué buenas verduras! No tenía el dato del blanqueado, qué bien. Acá en Rosario también llueve, mis rúculas y remolachas chochas ;D

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Explore More

Acolchado vegetal viviente para evitar incendios

En Agricultura Natural (inspirados por Fukuoka) solemos utilizar acolchado vegetal muerto para mantener la humedad del suelo, fomentar la fertilidad, etc. En otros métodos y escuelas como la permacultura, esto

Cosecha de cucuzza

Hace unos días coseche la primer cucuzza (lagenaria longissima). Hay que cosecharla cuando tiene un metro aproximadamente (porque es cuando aun es tierna). La consumimos en guiso y luego repartí

más tomates de la huerta Fukuoka

y más tomates cosechados hoy, cultivados mediante las ideas de Masanobu Fukuoka de “no hacer”, es decir, no intervenir humanamente la naturaleza de gusto. No fueron entutorados, ni fertilizados, ni