Mientras me escapo de los bariguí que ya me han extraído más sangre que en cualquier hospital, saco unas fotos del primer zapallo Fukuoka cosechado en la temporada, y claro que es el 1er zapallo de mi vida también, oh zapallo, cuánto te amo:
Este que sigue no soy yo, es un vecino que se prestó como modelo, yo sigo en las sombras fukuokistas:
Imagino que lo coseché a tiempo… el tallo estaba bastante seco y la planta se está secando también (creo que por la invasión de un hongo oportuno que mata a los zapallos mientras casualmente las tomateras van tomando fuerza debajo).
Tengo semillas para compartir con todo aquel que le interese esta variedad: es de carne dulce y muy rica, cáscara muy dura (por eso se dejó de vender en las verdulerías)
Felicitaciones, Marcos! Qué pedazo de zapallo!