Estoy tan emocionado: esta mañana llegaron a mi casa por un servicio de envíos (sin refrigeración) frutos de jaboticaba desde Corrientes (1000km de viaje en 5 días). En una bolsa había frutos cosechados un poco inmaduros (y refrigerados por 1 semana), y en la otra estaban los perfectamente maduros cosechados el lunes pasado.

El dueño del árbol (que fue muy gentil en hacer el envío) me advirtió que al madurar en invierno la piel es más gruesa y el sabor puede ser un poco menos dulce que los frutos de los meses cálidos.

Pero igualmente yo quería probar el sabor del jaboticaba antes de que nuestros árboles fructificaran, y fue así que probé primero los frutos que me parecían más maduros porque la cáscara era un poco débil, pero estaban bastante ácidos (tal como me advirtieron), aunque me gustaron.

Y cuando probé los de la otra bolsa, me gustaron mucho más, son más dulces y menos ácidos.

El sabor es refrescante y no me recuerda exactamente a nada en particular, aunque la sensación es similar a la de comer una uva, pero sin comer la cáscara… y me recuerda un poco al guaviyú, pero el guaviyú no es ácido (pienso que la acidez en un fruto le da más personalidad y lo hace más apto para preparar mermeladas, jugos, helados). La piel tiene gusto a eucaliptus o algo similar si la muerdo, las semillas se pegan mucho a la pulpa y son difícil de remover, me tientan a chuparlas durante un rato porque la pulpa es muy sabrosa y dulce. Cada vez que pruebo otro jaboticaba, me gusta más y más, es una pena no contar con más frutas para poder describir mejor el sabor.

Percibo además un sabor algo picante y un toque de amargura que confieren más personalidad… en mi memoria me recuerda a alguna golosina, pero no sé cuál. El balance entre dulzura y acidez se me ocurre muy similar a una naranja de ombligo perfectamente madura.

El ruido que hacen en la boca al morderlos es muy divertido y la sensación de que el fruto explota en tu boca largando toda esa pulpa dulce es muy placentera.

Las plantas originarias de esos frutos son las siguientes (compradas en 2017):

En idioma indígena guaraní se les llama “Yvapuru” / “Guapurú”, donde Yva: fruta, y la palabra onomatopéyica puru / pururu: crujido, ruido, sonido de la fruta al ser mordidos.

El tamaño es entre 1.8cm y 2.8cm, casi 3 cm. El interior de la cáscara es de un color verde, pero cuando pasa un poco el tiempo se torna magenta, algo que me llamó mucho la atención.

Tengo más frutos acá -unos 40 quizá- para compartir con amigos y familiares, a ver qué les parece el gusto.

Mi conclusión es que es una fruta muy buena y deseable, de aspecto inmejorable y, si las cosechas son tan abundantes como muestran las fotos en Internet (incluso de 3 a 5 veces por año en algunas especies), es necesario cultivar jabuticabas popularmente incluso para que cumplan una función de soberanía alimentaria de los pueblos.

Pensábamos que esta especie en particular era la “plinia coronata” por el tamaño y la coronita verde en el ápice de los frutos, el tamaño pequeño del árbol (5m el árbol madre en 70 años), 10 años para comenzar a fructificar y su hábito de 2 veces por año. Pero no es así: las frutas de plinia coronata tienen una coronita en el ápice de entre 10mm y 14mm de diámetro, mucho mayor a los 4mm de diámetro de la coronita de estos frutos, y además el caliz de la coronita no es persistente.  Además las hojas de estas plantas se parecen a la de plinia jaboticaba, la variedad sabará brota en tonos amarronados/rojizos y la pingo do mel en tonos verdes.