No es la parte más linda de la horticultura o jardinería, no es el aspecto más agradable de nuestra actividad y supone un problema ético bien claro: administrar la muerte a determinado ser… pero merece ser contado porque los insectos suelen ser, a veces, la pesadilla del jardinero: moscas de la fruta, hormigas, pulgones, cochinillas, orugas… todos ellos intentarán tarde o temprano alimentarse con alguna de nuestras preciadas plantas, y si bien cumplen una función en el ecosistema y eso debería ser respetado, el desequilibrio que provocamos nosotros en el ambiente invita a los insectos a realizar su tarea equilibrante, y además tienen derecho a vivir como cualquier otro ser…
Sea como fuere, hay veces en las que eliminar insectos resulta crucial por motivos de supervivencia de las plantas o de los humanos u otras especies. Para esto, la tierra de diatomeas es ideal porque mata cualquier especie de insecto dado que se clava en la cutícula y deshidrata en poco tiempo. Además, es inofensiva para el ser humano y otros animales, siendo compatible con técnicas de agricultura natural, orgánica o ecológica.
Les dejo un video con la explicación y la comprobación de cómo funciona: