Todo esto comenzó en noviembre del año pasado cuando fui invitado para brindar una charla sobre frutales nativos al congreso de Alimentación Sana, Segura y Soberana de Gualeguaychú. El evento me permitió escuchar los análisis e ideas de varios ponentes ecologistas, reencontrarme con amigos de la arrasada Velatropa y en aquel entonces pude llevar helados elaborados en base a frutas de Jaboticaba y Guayaba serrana, mermeladas de tomate de árbol, tés de pitanga y guabiroba, como también enredaderas de hojas comestibles (25% de proteína) tales como la “Ora pro nobis”. El impacto fue importante, resultaron interesadas varias personas incluso del sector educativo y hasta pensamos en construir un jardín comestible en una escuela.
La fundación CAUCE, se hizo eco y me invitó para ofrecer dos charlas más durante el fin de semana pasado: una en Gualeguaychú y otra en Paraná, promocionadas amablemente desde el Gobierno de Gualeguaychú, el cual sostiene una cultura claramente ecologista. Gracias CAUCE por soportar económica y organizativamente el evento.
Quedaron muchas personas fuera de la inscripción, algo que no esperábamos. Nos disculpamos con aquellas que no pudieron asistir pero prometemos organizar otro evento más adelante: sucede que realizar una degustación para más de 70 personas con 5 sabores de helados, 5 sabores de mermelada y tés no es nada sencillo.
La asistencia demostró gran interés e inquietud sobre el tema, realizando preguntas y aportes constantemente, incluso llegaron productoras de mermeladas y licores hechos con frutos nativos (yatay, guayaba) y/o exóticos no convencionales (níspero, moras), así como personas de una dietética y herboristería (Laskkan 3436110309) que utilizaban moringa (exóticas) por sus cualidades nutritivas pero no conocían la nativa Ora pro nobis (Pereskia aculeata).
Sobre el final de la degustación y de la charla los asistentes pudieron hacerse con colecciones de semillas de Arazá y guayabas (algunas especies MUY raras) y, por primera vez, llevé también una colección de frutales de Pastizal/Espinal (mistol, chañar, algarrobo, piquillín, tala), así como también plantas frutales de guayaba, pitanga, guabiroba, sete capotes, arazá, cerella, guaviyú, jaboticaba, biribá, chirimoya, etc.
No es que sea “fanático de los helados”: son la forma más exacta de llevar el sabor de una fruta cuando no es época de cosecha, dado que las mermeladas suelen cambiar bastante los sabores.
Todos los helados tuvieron una recepción muy feliz, incluso aquellos de los cuales yo dudaba más como por ejemplo el de Guaviyú (por no contener acidez la fruta) fueron muy destacados. Varias personas recordaron especialmente el de Arazá serrano (hecho por primera vez en el mundo), de sabor un tanto alimonado, y se vieron sorprendidos por el toque acaramelado del helado de Ubajay; el de jaboticaba siempre es bien recibido y se escucha “delicioso” entre la gente; el de biribá es incuestionablemente rico (nadie podría decir que no está bien) y es un “lujo” para nosotros que no vivimos en la región nativa del biribá (Misiones) poder saborearlo.
Debo mencionar, por otro lado, que recibió muy buenos comentarios el Arrope de Chañar (nativo de Entre Ríos y provincias cercanas), el cual conseguí gracias a Pablo Barbadillo, quien lo compró en la Feria Masticar de Mar del Plata. Gracias a las mermeladas de Cerella, Jaboticaba, Guabiroba y Pitanga de “Mujeres soñadoras”, algunos asistentes sobre el final pudieron revelar aquellos sabores del monte misionero, de especies que podrían ser cultivadas exitosamente también en muchas otras provincias del país.
Para finalizar con el reporte sobre las reacciones de la gente, recuerdo que cuando servimos el té de Guabiroba en Paraná (gastroprotector, anti-colesterol) varios mencionaron su buen perfume y sabor.
Algunas fotos en la previa de Paraná:
Cultivar la flora nativa brinda beneficios ecológicos incuestionables y, si encima nos da alimentos y sustancias medicinales, nos ayuda a transitar un camino de soberanía que nos puede unir para llevar una vida mejor.
Felicitaciones, que contento me pone que hayas tenido tanto éxito te lo mereces, con tus charlas sos un embajador de los frutales nativos, y ojala que sean muchas charlas mas!!!.
Hola Marcos,
Los helados estaban muy pero muy buenos.
Conozco muchisima gente que se intereso y sorprendió cuando le conte!
Espero vuelvas antes de fin de año a Paraná,
Saludos
Gracias Marcos por tu trabajo. Es muy importante.
Saludos desde “Huerteando en la Rufinita” (Junín)