Se trata de un frutal nativo del oriente Boliviano, pariente cercano de nuestro Pacurí misionero, de gusto fuerte, dulce y ácido… algo “cítrico”, presentando una pulpa suave, refrescante y jugosa. Lo que hoy en día es un lujo para nosotros, era una fruta común para los pueblos originarios de Bolivia.
Tiene un futuro muy promisorio gracias a que, además del buen sabor, su vida post-cosecha es larga (4 a 6 semanas fuera de la heladera, idealmente entre 15 y 20ºC, con humedad alta).
En Australia y Nueva Zelanda se está haciendo famoso. Eso sí: se trata de un cultivo tropical, no resiste las heladas, en el noroeste de Argentina podría ser explotado con los cuidados adecuados… más lógico sería plantar Pacurí (Garcinia brasilensis). Para los aficionados es posible su cultivo en ciudades libres de heladas, llegando a fructificar en 8 a 12 años desde la siembra en clima templado, y en 5 a 8 años en clima subtropical o tropical.
Aquí un video sobre la primer degustación:
Más info: http://www.sicsantacruz.com/sic/index.php/fruticultura/188-cultivo-del-achachairu